
DISFUNCIÓN ERÉCTIL
La disfunción eréctil (DE) se define como la incapacidad persistente o recurrente para conseguir o mantener la suficiente rigidez del pene que permita una relación sexual satisfactoria.
Corresponde a la más común manifestación de disfunción sexual en el hombre, alrededor de un 8% entre los 20-30 años y 37% entre los 70-75 años.
Los principales factores de riesgo son la obesidad, tabaquismo y comorbilidades como diabetes mellitus, hipertensión arterial, dislipidemia, cardiopatías, esclerodermia, enfermedad de Peyronie y apnea obstructiva del sueño, depresión, estrés, antecedentes de lesiones espinales o de eventos cerebro vasculares, también la prostatectomía y la braquioterapia como tratamiento de cáncer de próstata conllevan un aumento del riesgo de desarrollar esta patología.
La disfunción sexual eréctil (DSE) es un transtorno frecuente (afecta aproximadamente al 50% de los hombres en edades comprendidas entre 40 y 70 años) de origen multifactorial, en ella los factores psicológicos y orgánicos interactúan y alteran la adecuada erección lo que repercute en la calidad de vida del hombre. Es la incapacidad para lograr y/o mantener una erección del pene suficiente para permitir un completo y satisfactorio acto sexual.
Otras disfunciones sexuales como la disminución de la líbido, la disfunción eyaculatoria y la anorgasmia pueden acompañarla o incluso precederla.
Este trastorno puede ser clasificado de la siguiente forma:
SEGÚN EL MOMENTO DE APARICIÓN
1. Primaria: Existe desde la pubertad, generalmente es secundaria a anomalías vasculares congénitas.
2. Secundaria: Aparece luego de un período de actividad sexual y función eréctil normal.
DIAGNÓSTICO
Un correcto interrogatorio y detallado examen físico son capaces de ofrecer el diagnóstico etiológico en el 90-95% de los casos afectos.